lunes, 28 de julio de 2008

Lo que no publica la prensa


El fundamentalismo neoliberal es una doctrina política al servicio de intereses privados, no reposa sobre una teoría económica. Es ahora evidente que tampoco reposa sobre una experiencia histórica.

Esta lección es el único beneficio que podemos sacar de la amenaza que pesa sobre la economía mundial.

En el monumento a Simón Bolívar en Santiago, se juntaron un centenar de bolivarianos y rindieron homenaje al libertador, el pasado Sábado 26 de Julio.

En la actividad hubo canto y baile peruano , boliviano, y chileno, la actividad contó con la presencia de la Embajadora de la Republica Bolivariana de Venezuela.

Sábado 26 de Julio de 2008

Seis días de huelga legal llevan 43 conductores de la empresa transportista Travelo, quienes prestan servicios a la empresa mandante Copec. Piden políticas de responsabilidad social hacia los trabajadores y una reestructuración en su sueldo base.

Un grupo de alumnos del Instituto Nacional volvió a tomarse el establecimiento el pasado Viernes 25, pese a haber sido desalojados horas antes.

El objetivo de los estudiantes es demostrar que pese a estar en vacaciones de invierno siguen comprometidos en su rechazo a la ley general de Educación.

Zaping del Domingo 27.-

Preocupación existe en la localidad de Tirúa por los continuos enfrentamientos entre Carabineros e integrantes de comunidades mapuches. Las autoridades exigen la salida de los efectivos policiales, pues temen desgracias fatales.
Los trabajadores de los consultorios de la zona poniente de Santiago ratificaron la realización de un paro, el jueves 31 de julio, en protesta por la mala calidad del aire. El presidente de la Confusam, Esteban Maturana, aseguró que el movimiento será realizado por las comunas más castigadas por la contaminación.
Crítico es el estado de salud de cuatro trabajadores despedidos por la Empresa de Ferrocarriles del Estado y que cumplieron 46 días en huelga de hambre. Exigen mayor voluntad de la empresa y del Gobierno y reiteraron que van a llegar hasta las últimas consecuencias con este ayuno.


TITULARES

Temuko
Llamado en apoyo a liberación del estudiante José Ancalao.
Cerro Navia, Santiago

CDE se querella contra Cristina Girardi por malversación de fondos.

viernes, 4 de julio de 2008

SI USTED VOLVIERA, DOCTOR...


Por Marco Antonio de la Parra*


No sé qué espacio tendría, Doctor, en este mundo raro que vivimos ahora.

Yo lo tuve muy cerca, en una clase de ética médica. Llegó en su Fiat 125 azul oscuro. Si viera las columnas de coches blindados que vimos pasar tantos años, tan cerca también, tan intimidantes, feroces, con los dientes apretados, con sus fauces de perro. Usted, Doctor, entró amable a la clase.

Nosotros estábamos nerviosos. El país no se incendiaba aún. Era su primer año de Gobierno. Habló de cómo los médicos han estado siempre preocupados de la política, la salud, la higiene, planteamientos de índole pública.

Han cambiado mucho las cosas, Doctor, hay gente que aún se mueve como en sus tiempos de agitación, pero son los menos. La mayor parte de la gente parece caminar mirando el piso, soportando la marcha cruel del libre mercado. Como seguramente ha sabido, no hubo socialismo, ni real, por suerte, ni utópico. Sabrá que se vinieron muchas utopías al suelo y quedó solamente en pie el neocapitalismo. O sea, lo mismo de antes pero aplicado a todo, desde el amor a la salud, la educación, el ocio, la fiesta, el trabajo. La gente hoy se endeuda, no ahorra. El pueblo no existe en los discursos y es, a lo más, una multitud que acude en masa a sembrar de pétalos la marcha del catafalco de un general de Carabineros. No hay movilización aunque la injusticia sea la misma o quizás hasta peor. Hay más dinero pero también hay más deudas. Hay más automóviles, más televisores, más electrodomésticos. Hay muchas tiendas. Se marearía de verlas. Los diarios dicen todos casi lo mismo. "The Clinic", una extraña revista de humor sarcástico, lo ha dibujado como una especie de superhéroe pop. La gente, sin embargo, lo admira. Aunque se tiñan el pelo, aunque se vistan de negro y se maquillen pálidos como muertos, aunque estén encaramados en los nuevos buses que como antes están llenos y no se sabe todavía qué hacer con ellos. No hay salud para todos, no hay educación para todos o, por lo menos, si la hay es cara y difícil de sostener, no hay espacio laboral para todos.

Hay muchos supermercados y la prosperidad a ratos lo tiñe todo de malls. La gente, cuando se distrae, sale de compras. Las tarjetas de crédito son más importantes que la cédula de identificación. La Visa es más importante que la vida. Los políticos apenas tienen tiempo para decir lo que piensan en los instantes que les concede la televisión, siempre pobres, siempre pocos. No se lleva su oratoria. Se lleva el guiño, la simpatía, una cosa que llaman la farándula. Aquí le habrían hecho entrevistas en "CQC" y sería portada de periódicos populistas que sólo están interesados en la diversión de la ciudadanía. No hay libros para todos. No hay nada parecido a lo que fue Quimantú, los libros son caros y escasos. El tiempo está tomado por los celulares y el internet. Todo es muy rápido y hasta el ocio es un negocio.

La televisión pautea la vida. Quizá lo invitarían a "Tolerancia cero" y serían duros con usted como casi no se usa.Afuera hay protestas, como en sus tiempos, los camioneros, los ?estudiantes, el pueblo mapuche. No tienen la resonancia de antes. No hay en el aire la sensación de una revolución inminente. Más bien el cambio es de color de pelo, o de ropa usada, o de disco de moda. Por eso el orador, el gran orador, no tiene sitio. Y menos el romántico utópico. Todo es tan práctico, tan tecnocrático. A ratos eficiente, y se agradece, y cuando no lo es, la gente reclama. Y mucho. Para ser chilenos, esos que usted llamaba los habitantes de un país notarial, casi en exceso.

Lo echamos de menos igual. En el Senado, su estilo, su prosapia, su verbo. Lo silbarían muchos de los que estuvieron en el Gobierno militar, lo aplaudirían hasta los díscolos. Sería extraña su reaparición como senador vitalicio. O como senador fallecido ilustre. Quizá debería reformarse la Constitución y deberían participar algunos espíritus ilustres por votación popular. Y usted, Doctor Allende, sabría mucho más. La experiencia de los muertos no conoce barreras.

Seguramente sería más contenido, apasionado pero terriblemente realista. Aun así, sería bueno verlo llegar, de terno, en guayabera, como se le ocurriese. Lo esperamos, Doctor, que los muertos tienen mucho que decirnos a los que nos hacemos los vivos.
15 de junio 2008.

________________

*Marco Antonio de la Parra es un psiquiatra, escritor y dramaturgo chileno