lunes, 22 de febrero de 2010

Vueltas de chaqueta y de carnero


por:
Ricardo Candia

Jaime Ravinet asume el Ministerio de Defensa. Francisco Vidal le da besitos y abrazos a su amigo, deseándole la mejor de las gestiones por ser tan él. Marcelo Schilling encuentra en Lavín un estupendo Ministro de Educación e Insulza, otrora esbelto revolucionario, rodilla en tierra, le hace cariño y quizás qué otra cosa a Piñera con tal de mantenerse en la OEA.
Algunos se escandalizan por estas espectaculares y pedagógicas muestras de sinceridad, pero se olvidan que los primeros en darse vuelta la chaqueta fueron centenares de miles de votantes que antes apoyaban a la Concertación y ahora lo hicieron por la derecha.
Es muy temprano para saber cómo va a venir la cosas, pero se puede especular, sobre la base de estos arrumacos propios de los bueyes, que la cosa seguirá en los buenos términos en que ha venido siendo desde hace veinte años. Más aún, administrado el modelo por sus inventores, se puede esperar mejoría en su funcionamiento en breve.
La Concertación deja la casa ordenada. Nada queda al azar y los esfuerzos por una entrega de mando impecable obsesiona a los Ministros a cargo de la ceremonia. Se esmeran en hacer un buen papel.
Los próximos nombramientos, se especula, traerían más nombres de la Concertación en cargos importantes de la tercera fila. Más o menos como en los comienzos de la dictadura cuando muchos democratacristianos fueron parte del régimen en sus primeros terroríficos días.
El sistema, ideado por quienes se aprestan a tomar, innecesariamente, el poder ejecutivo, tiene una envidiable capacidad de autoregeneración. Es el caso de un organismo complejo que es capaz, no sólo de curar sus heridas, sino que prevenirlas. Un sentido muy sensible de equilibrio, lo dota de la capacidad de prever cambios diferenciales que pueden derivar en desastrosas transformaciones.
Cuando esto ocurre, el sistema muta su geometría integrando figuras que inicialmente no se consideraban. Cambios, transformaciones, maquillajes, faramallas y trucos, logran hacer como que la cosa va para un lado cuando en realidad o está estancada donde mismo, o va en un sentido contrario. Con un ilusionismo que acholaría a David Blaine, estos constructores de realidades tiene la genial virtud de la transmutación inadvertida que el gilerío compra fácilmente.
A menos que, y alguno lo recordará, por razones misteriosas este gilerío se disponga a no creer, ponga en duda las maromas y, en un claro e incomprendido afán rebelde, le de por tomar las sartén y las cacerolas por sus respectivos mangos. En esos casos, para el efecto pacificador requerido, el sistema que de tonto no tiene un pelo, usa aviones, tanques y traidores.
Las vueltas de chaqueta y de carnero no son nuevas en esta angosta faja de propiedad privada. El que haya nacido en esta tierra, se habrá criado escuchando, lo mismo. Mal vista la traición desde los tiempos del monte del Calvario, ha criado una fama que no le hace justicia. Más allá de los principios y la consecuencia, esta malparida gimnasia del alma, cumple con la noble labor de las alzaprima de los tinglados endebles. Así, no hay peligro de derrumbe inmediato.
Falta mucho por ver. Hay que tomar asiento en una buena ubicación. Se ha inaugurado el tiempo de los reacomodos, fenómenos que siempre son movidos. Como la placa de Nazca y la Sudamericana. Una se incrusta en la otra de vez en cuando. Viene el terremoto, los daños, las víctimas y luego todo sigue más o menos igual.
Alguna vez Jaime Ravinet será honrado como un adelantado a su tiempo, un explorador que abrió camino, que enseño la ruta. Cuando eso suceda, habrá muchos haciendo el mismo camino. Lo demás, será silencio.

viernes, 5 de febrero de 2010

DECLARACION DEL MPMR ANTE LA ACTUAL SITUACION POLITICA.


Chile se debate, entre continuar con el saqueo, la explotación capitalista o levantar una alternativa Democrática Popular.
Con el paso de los días, es posible apreciar mejor la situación que se nos viene por delante, con el término de la campaña electoral y la derrota sufrida por la concertación a manos de la otra derecha, ha quedado al desnudo la falacia sobre la cual la concertación y sectores de “Izquierda” centraron su campaña.
Los besos y abrazos, las felicitaciones y reconocimientos mutuos, demuestran que Chile, por el lado de la burguesía y la oligarquía, seguirá igual. Chile seguirá siendo el reino del capitalismo. Seguirá con los TLC, como hasta ahora, seguirá con la represión al pueblo Mapuche, seguirá con las represiones a las manifestaciones sociales. Los empresarios seguirán intentando bajar los sueldos, aplicar la flexibilidad laboral, que ya existe, pero ahora tratarán de “legalizarla”. Seguirán atacando a los países que han buscando un camino distinto, de justicia social. Este país continuará alineado al imperio, como lo ha estado durante los últimos 37 años.
La concertación ha cometido suicido, el triunfo de Sebastian Piñera era la “crónica de una muerte anunciada”. Después de tratar de intimidarnos por la supuesta responsabilidad, que tendríamos aquellos que votamos nulo, de la llegada del “fascismo” y la dictadura torturadora, que al parecer no llegó, nadie hasta el momento ha llamado a conformar el Frente Antifascista, casi ridículo, y no tan sólo eso, algunos se han declarado expectantes ante las proposiciones de negociación de la derecha que ahora asume el ejecutivo.
No queremos atribuir toda la responsabilidad a la concertación y la antigua derecha de lo que ocurre en el país. Existe una responsabilidad evidente de los revolucionarios, en la fragmentación y dispersión de las fuerzas populares y revolucionarias. La falta de una alternativa que nos lleve a corto o mediano plazo a la construcción de una fuerza democrática popular que lleve adelante los cambios que nuestra patria necesita. Los esfuerzos unitarios son insuficientes para la gran tarea que tenemos por delante.
En Chile existen dos ideas centrales de los que se definen como oposición al próximo gobierno, una de ellas sustentadas por la izquierda concertacionista que llevó de candidato a Jorge Arrate, y la propia concertación, crear un gran acuerdo nacional que restaure a la concertación con otros tintes, que no dan para cambios, en el 2014 y con ello vuelvan a ocupar los puestos y profitar de las prebendas que da el poder. Volver a lo mismo con una cara más amable.
Y la otra idea es la que sustentamos, el MPMR, el MPT, algunas otras fuerzas populares y grupos o revolucionarios en forma individual, es la alternativa independiente que ponga a grandes masas, a gobernar su propio destino, esta es la disyuntiva y desafío que tenemos por delante.
enemos la convicción que los años que vienen serán de grandes movilizaciones, algunos tratarán de auspiciar una movilización contenida, mediatizada, acordada. Nosotros tenemos el deber de radicalizar los esfuerzos reivindicativos de los trabajadores, estudiantes y pobladores, y dar el paso superior de la conciencia política de los millones de compatriotas que buscan un futuro mejor, el socialismo anticapitalista y antiburocrático es nuestra meta estratégica, para llegar a ella, necesitamos de conciencias emancipadas y emancipadoras.
Las movilizaciones en las cuales intervengamos deben tener nuestro perfil, se deben diferenciar de aquellos que buscar mantener el “status quo” del sistema imperante en contra de los intereses de nuestro pueblo. Debemos destruir la intención de poner el parlamento como el lugar donde se producirán las negociaciones que “beneficiarían” a nuestro pueblo. El parlamento seguirá siendo la institución desprestigiada al servicio de los poderosos.
Nuestro camino no es fácil, sabemos que será reprimido junto a las movilizaciones de los trabajadores y el movimiento popular, hay que enfrentar la represión con variadas formas de lucha.
Los Rodriguistas, comprometidos con las luchas de nuestros Pueblos, seguiremos aportando a la transformación radical del sistema injusto que domina la humanidad y nuestra patria. Nos encontraremos como siempre en las trincheras de la justicia social junto a los que luchan por un mañana mejor.
¡¡ Aun tenemos patria ciudadanos ¡¡