CARTA CONFIDENCIAL A MIS COMPAÑEROS DE ENCARCELAMIENTO
(Guillermo Rodríguez M)
http://www.almanaque-negro.blogspot.com
Recordados compañeros de encierro, compañeros de calabozos, de camarín y escotilla allá en el Estadio Nacional, ustedes que conocieron El Punto Negro, el Velódromo mientras nos apuntaban las metralletas y los fusiles de nuestros carceleros.
Compañeros de la calle 10 de la Penitenciaria donde nos recibió "El Refeuto" y conocieron la solidaridad de los presos comunes que rompiendo toda regla interna nos lanzaban comida porque llegábamos famélicos y hambrientos.
Compañeros de la Calle 2 de la misma Peni donde un día la FACH me sacó en vilo tal como a otros que nunca más regresaron con vida, compañeros de la Galería 3 y 7 de esos mismos años que conocimos la mano, las cachiporras y lumazos de los "moscas azules", compañeros que pasaron por el AGA, por los cuarteles del CNI, por la
Brigada de Asalto sufriendo lo indecible.
Compañeras del Buen Pastor que fabricaban Peponas para llenar un poco de alegría esos días amargos, compañeros de la Galería 2 de la Cárcel Publica que sufrieron el
envenenamiento y que juntos vimos morir a nuestros amigos de carreta, compañeros que fueron encarcelados en los años más luminosos de lucha contra la dictadura, militantes de la izquierda cristiana, del MIR y la Resistencia, comunistas, socialistas, mapucistas, hermanos rodriguistas, todos quienes vivimos apaleos, motines, fugas, celdas solitarias, huelgas de hambre, a ustedes me quiero dirigir, porque todos ustedes, compañeros y compañeras saben cuanto dolor, sueños, esperanzas caben en una celda de metro y medio.
Ustedes saben lo que es pasearse interminablemente dando dos pasos y girando una y otra vez para mantener el cuerpo en movimiento, ustedes saben lo que es mirar las paredes e imaginar en la textura de ella los rostros, las formas de los seres queridos. Ustedes saben lo que es el hambre, esa acumulada de días y días, que no se sacia con nada, porque aunque luego la boca se llene de alimento, quizás una glándula del alma impide disfrutar las siguientes comidas.
Ustedes saben lo que es perder casi todo frente a los verdugos y carceleros, lo que significa sostenerse solo con la dignidad cuando te pisotean todo derecho, cuando te insultan, cuando el cuerpo es sometido por la fuerza y solo queda la mirada furiosa como única arma y argumento.
Carlos, ¿Te acuerdas cuando nos tuvieron meses en celda solitaria sin hablar con nadie, ni siquiera podíamos cantar y nos cambiaban los horarios para darnos esa agüita con una acelga flotando que llamaban sopa?
Manuel ¿Te acuerdas los paseos interminables por los túneles del Estadio Nacional buscando alguna noticia de los familiares, de los compañeros, te acuerdas de la angustia de no saber nada de nada, nada de nadie, la ansiedad por tener aunque fuese un rumor de lo que a ellos le sucedía?
Javier ¿Te acuerdas como quedábamos cuando nadie llegaba a la visita, cuando esperábamos pacientemente el turno para salir e inquietos mirábamos una y mil veces la entrada y no aparecía nadie a vernos?
Elizabeth ¿No creo que hayas olvidado cuando nos cambiaban las visitas trasladándolas de día y hora y simplemente se reían cuando reclamábamos? ¿Y cuando el gendarme nos castigaba porque sí sencillamente quitándonos todo los escasos derechos que habíamos logrado y teníamos que partir una vez más de cero?
¿Recuerdan la rabia, la furia que se nos encarnaba a todos cuando el cabo de la galería o calle simplemente no nos abría las celdas en las mañanas, no nos dejaba ir al baño después del encierro, cuando nos requisaban las radios a pilas, cuando no nos dejaban ver televisión, cuando en el paroxismo no dejaban que leyéramos, tuviésemos diarios o revistas?
¿Se acuerdan de las "vacas" que hacíamos para juntar dinero para el pasaje de la mama del compañero que venia desde el sur lluvioso o desde la pampa iquiqueña?
Pedro sabe lo que es recibir una carta cuando se está prisionero en un país lejano.
Todos quienes estuvimos presos alguna vez por motivos políticos, por nuestras acciones de masas o armadas sabemos lo que es que los compañeros de prisión lo apoyen, lo contengan, lo ayuden en los momentos del "caldo de cabeza", del "bajón".
Todos quienes estuvimos tras los barrotes sabemos lo que significa la visita, la anhelada y esperada visita de familiares, de amigos, de gente de la población.
…llora no más botija
son macanas
que los hombres no lloran
aquí lloramos todos
gritamos, berreamos, moqueamos, chillamos
maldecimos
porque es mejor llorar que traicionar
porque es mejor llorar que traicionarse
llora
pero no olvides…..
(Mario Benedetti)
¡Libertad a los Presos por luchar!
http://www.lajauladeplata.blogspot.com
Compañeros de la calle 10 de la Penitenciaria donde nos recibió "El Refeuto" y conocieron la solidaridad de los presos comunes que rompiendo toda regla interna nos lanzaban comida porque llegábamos famélicos y hambrientos.
Compañeros de la Calle 2 de la misma Peni donde un día la FACH me sacó en vilo tal como a otros que nunca más regresaron con vida, compañeros de la Galería 3 y 7 de esos mismos años que conocimos la mano, las cachiporras y lumazos de los "moscas azules", compañeros que pasaron por el AGA, por los cuarteles del CNI, por la
Brigada de Asalto sufriendo lo indecible.
Compañeras del Buen Pastor que fabricaban Peponas para llenar un poco de alegría esos días amargos, compañeros de la Galería 2 de la Cárcel Publica que sufrieron el
envenenamiento y que juntos vimos morir a nuestros amigos de carreta, compañeros que fueron encarcelados en los años más luminosos de lucha contra la dictadura, militantes de la izquierda cristiana, del MIR y la Resistencia, comunistas, socialistas, mapucistas, hermanos rodriguistas, todos quienes vivimos apaleos, motines, fugas, celdas solitarias, huelgas de hambre, a ustedes me quiero dirigir, porque todos ustedes, compañeros y compañeras saben cuanto dolor, sueños, esperanzas caben en una celda de metro y medio.
Ustedes saben lo que es pasearse interminablemente dando dos pasos y girando una y otra vez para mantener el cuerpo en movimiento, ustedes saben lo que es mirar las paredes e imaginar en la textura de ella los rostros, las formas de los seres queridos. Ustedes saben lo que es el hambre, esa acumulada de días y días, que no se sacia con nada, porque aunque luego la boca se llene de alimento, quizás una glándula del alma impide disfrutar las siguientes comidas.
Ustedes saben lo que es perder casi todo frente a los verdugos y carceleros, lo que significa sostenerse solo con la dignidad cuando te pisotean todo derecho, cuando te insultan, cuando el cuerpo es sometido por la fuerza y solo queda la mirada furiosa como única arma y argumento.
Carlos, ¿Te acuerdas cuando nos tuvieron meses en celda solitaria sin hablar con nadie, ni siquiera podíamos cantar y nos cambiaban los horarios para darnos esa agüita con una acelga flotando que llamaban sopa?
Manuel ¿Te acuerdas los paseos interminables por los túneles del Estadio Nacional buscando alguna noticia de los familiares, de los compañeros, te acuerdas de la angustia de no saber nada de nada, nada de nadie, la ansiedad por tener aunque fuese un rumor de lo que a ellos le sucedía?
Javier ¿Te acuerdas como quedábamos cuando nadie llegaba a la visita, cuando esperábamos pacientemente el turno para salir e inquietos mirábamos una y mil veces la entrada y no aparecía nadie a vernos?
Elizabeth ¿No creo que hayas olvidado cuando nos cambiaban las visitas trasladándolas de día y hora y simplemente se reían cuando reclamábamos? ¿Y cuando el gendarme nos castigaba porque sí sencillamente quitándonos todo los escasos derechos que habíamos logrado y teníamos que partir una vez más de cero?
¿Recuerdan la rabia, la furia que se nos encarnaba a todos cuando el cabo de la galería o calle simplemente no nos abría las celdas en las mañanas, no nos dejaba ir al baño después del encierro, cuando nos requisaban las radios a pilas, cuando no nos dejaban ver televisión, cuando en el paroxismo no dejaban que leyéramos, tuviésemos diarios o revistas?
¿Se acuerdan de las "vacas" que hacíamos para juntar dinero para el pasaje de la mama del compañero que venia desde el sur lluvioso o desde la pampa iquiqueña?
Pedro sabe lo que es recibir una carta cuando se está prisionero en un país lejano.
Todos quienes estuvimos presos alguna vez por motivos políticos, por nuestras acciones de masas o armadas sabemos lo que es que los compañeros de prisión lo apoyen, lo contengan, lo ayuden en los momentos del "caldo de cabeza", del "bajón".
Todos quienes estuvimos tras los barrotes sabemos lo que significa la visita, la anhelada y esperada visita de familiares, de amigos, de gente de la población.
…llora no más botija
son macanas
que los hombres no lloran
aquí lloramos todos
gritamos, berreamos, moqueamos, chillamos
maldecimos
porque es mejor llorar que traicionar
porque es mejor llorar que traicionarse
llora
pero no olvides…..
(Mario Benedetti)
¡Libertad a los Presos por luchar!
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