viernes, 14 de febrero de 2025

La derrota de la Otan



Por Julio Vega


No deja de llamar la atención que la Unión Europea, con su prepotencia habitual, EXIJA un lugar en la mesa de negociaciones. 

Han tenido 3 años para lanzar una iniciativa de paz y no lo han hecho. Ni una llamada de la UE a Vladímir Putin en todo este tiempo. Más allá de los contactos de Orban y Fico con el presidente ruso, no ha habido prácticamente nada. 

 

¿Por qué ahora, de pronto, CASUALMENTE después de que Trump llamara a Putin, están tan interesados en negociar la paz? Si tantas ganas tenían de darle rienda suelta a la diplomacia, ¿por qué no lo hicieron ellos mismos antes? 

 

Y la respuesta es bien sencilla: porque, realmente, la Unión Europea no quiere la paz. Están dispuestos a cualquier cosa, incluso a la destrucción completa de Ucrania como Estado, con tal de no admitir sus errores. 

 

Cualquier cosa con tal de no admitir que perdieron la guerra, que las sanciones fracasaron y les perjudicaron más a ellos mismos, que no debieron hacerle el juego a Biden cuando el viejo chiflado dijo que Ucrania tenía las puertas de la OTAN abiertas... Cualquier cosa con tal de no admitir que la OTAN ha sido incapaz de derrotar a Rusia, y que los derrotados han sido ellos. 

 

Esta huida hacia delante, unida a la total ausencia de líderes competentes en los grandes países del bloque y la completa sumisión a Washington, está terminando de enterrar el 'proyecto europeo' en el basurero de la historia. Ya nadie se traga las hipócritas consignas y proclamas de derechos, libertades y 'valores europeos'. 

 

Más allá de que la UE acabe teniendo un sitio o no en las negociaciones (Trump ya ha dado a entender que sí lo tendrá, pero quizás no de la manera que ellos se imaginan), lo que está claro es que la Unión Europea ha perdido definitivamente la poca relevancia geopolítica que tenía. 

 

La UE ha demostrado ser incapaz de solucionar sus propios problemas. Ha tenido que llegar el tío Sam, OTRA VEZ, para tratar de arreglar el estropicio que ellos crearon. Europa ya hace mucho que se convirtió, por méritos propios, en un actor secundario en las relaciones internacionales, un mero instrumento de la política exterior de Estados Unidos. 

 

Pero con la llegada de Trump ha cambiado el discurso en Washington. Quieren que sea la UE la que se responsabilice de tus propios problemas. EE.UU. ya tiene cuestiones bastante serias que gestionar y que amenazan su seguridad nacional. No tienen tiempo para hacerle de niñera a la UE. 

 

La Unión Europea sin Estados Unidos será como un perro abandonado en la calle sin su amo. 

Podrá ingeniárselas para sobrevivir de una u otra forma, pero su futuro tiene unas perspectivas bastante penosas.

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