Jueves 18 de Marzo 2010
Continúan las movilizaciones de los trabajadores despedidos de las empresas subcontratistas de ENDESA en Coronel. Según fuentes informativas Las empresas Subcontratistas de ENDESA Bob Echeverria izquierdo, Tossi y Euseby implante (Empresa contratista Echeverria izquierdo, cuyo dueño es el actual intendente de Santiago), habrían conversado con el dirigentes y el acuerdo es que no habría despido. Les señalaran que el trabajador que desee irse de la empresa se le pagaría todos, y aquellos que no quieran irse los irían incorporando paulatinamente. Sin embargo han contratado personal con la mitad del sueldo. Estaremos informando mas detalles durante el día.
LA SOLIDARIDAD SUMA Y SIGUE….
Sostuvimos una reunión durante la mañana con el dirigente de la Feria de Frutas y verduras de Coronel Sr. Alberto Ramírez, quien nos informa que los feriantes también fueron dañados tanto en sus casas como en su fuente de trabajo. Sin embargo, señala que “los pobres históricamente se apoyan mutuamente, sobre todo en los momentos difíciles”. Hizo entrega formal de sacos de papas, cebollas, frutas, cajas de tomate y verduras, para ir en ayuda a Laraquete, Chibilingo, Colcura y sus alrededores.
TALLER CON LAS TRABAJADORAS DE PROGRAMAS DE EMPLEOS DE LO ROJAS.
Muchos miedo, temor, contractura muscular fueron algunas percepciones expresados por las trabajadoras de lo rojas, quienes solicitaron un taller de expresión de sentimientos y de relajación. Partimos con la expresión de sentimientos durante casi una hora y media, y continuaremos el viernes durante la tarde.
INVITADOS A ALMORZAR….
Con una rica cazuela de Pollo cocinada a Leña esperamos a nuestros invitados de la Compañía de teatro “La Maroma” de Coronel, entre malabaristas, payasos, monociclo, pintacaritas, etc. para ir juntos a realizar el Taller Infantil Cultural con los niños y niñas. A la par de la preparación del almuerzo, también se preparaban los ricos calzones rotos para llevar a los niños de Schwager.
Población Colonia y Cerro Obligado….
En visita realizada a Colonia, Cerro Obligado y Amanecer, pudimos observamos el desastre en estas casas humildes, donde los ojos del capitalismo no llega. Esta es otra realidad no conocida aun por las autoridades, donde aún no hay agua ni luz, donde además hay cesantía. La brigada fue a entregar bolsitas de mercadería e invitarlos a participar a la atención medico y dental que tenemos en la sede de Lo Rojas.
Vamos todos a la plaza de Shwager al taller con los niños:
Nos vamos todos a Schwager a jugar, dibujar y compartir con mas de 70 niños y niñas. Muchos padres estaban preocupados por sus hijos porque no quieren dormir, presentan comportamientos irritables, peleadores y mucho llanto. Despues de jugar nos fuimos al salon de los bomberos para dibujar, compartir unos ricos calzones rotos preparados por las mamas y brigadistas de lo rojas, jugos y gomitas.
Los padres nos pidieron que fuéramos nuevamente porque sus hijos necesitan estos espacios recreativos y además intervención psicológica.
En un esfuerzo del mundo popular, más de veinte organizaciones sociales decidimos organizar la distribución de ayuda y el apoyo a la regeneración del tejido social en poblaciones particularmente afectadas que se encuentran bajo los mantos de la marginalidad; en palabras simples, nos referimos a la ayuda de pueblo a pueblo, único vehículo de la solidaridad de clase.
Brigadas Bolivarianas Populares
La primera Brigada Popular se asentó en la población Lo Rojas, comuna de Coronel, VIII región, entre el sábado 13 y el martes 23 de marzo. Contamos con médico, odontólogo, asistentes sociales, monitores artísticos y militantes populares prestos a cumplir sus tareas.
Llevamos un cargamento de ropa el cual fue repartido en la población Lo Rojas y entre los compatriotas de los pueblos menos mirados por el ojo pirata de las empresas ayudistas. Lo primero en llamar la atención y la confianza de los pobladores fue la atención médica y humana; centenares de personas recibieron diagnóstico y medicamentos para las más diversas enfermedades. Sumadas a las enfermedades post desastre, existen en la población enfermedades ligadas a la historia y a la vida social y económica de Coronel. Un ejemplo es que, de todas las personas que recibieron apoyo médico, la mayoría, indistintamente de sexos y edades, tenía asma, enfermedad desde siempre ligada a la minería del carbón y sus faenas. Es verdad que las minas fueron cerradas por tiempo indefinido, y son insondables hoy sus interiores; sin embargo, Lo Rojas descansa sobre profundas galerías construidas entre piques y chiflones para la extracción del mineral, que datan del año 1816, las cuales hace poco fueron compactadas.
En relación a la realidad social como tal, no sucede algo distinto.
Para las brigadas, el recibimiento de las personas y sus orgullosas y combativas dirigentas fue más que cálido. El poblado nos cobijó en la sede social del Club Deportivo Verde Mar, donde hoy se concentra la mayor parte de la actividad social del sector. Organizaciones que componen la brigada, como Los Misioneros del Milagro y el Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez, tienen un trabajo conjunto con los pobladores desde hace bastante tiempo. Hay que destacar la lucha conjunta por los derechos de los pobladores ante la construcción de la segunda unidad termoeléctrica de Endesa, que significó jornadas de movilización popular, enfrentamiento con las fuerzas represivas, negociaciones con autoridades, foros, denuncias, jornadas de propaganda entre muchas actividades emprendidas por los vecinos.
Regeneración de la confianza y la moral de Lo Rojas.
“Gracias a Dios se produjeron los saqueos”, comenta un poblador evangélico de Lo Rojas. En momentos de crisis es cuando las sociedades crean condiciones y la historia abre puertas y ventanas para sacar a relucir los problemas sociales; en estos momentos se ven y se pueden atacar de frente.
“Las bolsas de emergencia que nos trajeron a Lo Rojas no son ayuda: son burlas”, dice Agustín, al dar su opinión respecto de la acumulación infructífera de mercadería en almacenes institucionales. Mientras los militares custodian las escuelas, a Lo Rojas solo llegaron escuálidas bolsas con mercadería, en cambio, para el sector acomodado de Coronel, situado en el Maule, las cajas llenas, hasta con tarros de duraznos en conserva, marcan la diferencia. De la gente de Lo Rojas que recuperó algo de las tiendas, se cuenta que todo se repartió entre los vecinos. Entre ellos se conocen y se apoyan. Así viven los “saquedadores”.
Acá, en esta humilde población de pescadores, la gente vive y se desarrolla con la frente en alto y las conciencias limpias. Las Brigadas Populares, de espíritu bolivariano, son parte de ese resurgir del espíritu.
“La mar hinchó”
Cuenta un compañero de Lo Rojas que cuando sucedió el terremoto, al día siguiente, en el centro, en una de las tiendas que sufrieron el ejercicio de la recuperación popular, fue un carabinero el que invitó a los transeúntes a entrar. “Sálvense”, dijo, haciendo uso de un criterio poco visto entre las fuerzas de orden.
Coronel necesita la ayuda del pueblo, un pueblo que se organice y exija el apoyo de las instituciones que con su trabajo han recibido su sustento para existir, un pueblo que entienda que las arcas tanto públicas como privadas están tan robustas, no por gracia de Dios, sino por el sudor y el trabajo de amplias masas de trabajadores: un pueblo organizado que exija y vaya copando espacios.
Sin embargo, el trabajo escasea, los niños no vuelven a clases, y hay gran cantidad de casas inhabitables. Un pescador viejo cuenta que, a diferencia del terremoto del 60, en el cual la mar pegó sus mordiscos de frente, en el caso del pasado veintisiete de febrero “la mar no nos pego de cara, sino en el espinzo”. En el espinazo de la ciudad, en sus vértebras y costillas: en sus calles. “La mar hinchó, por eso se quebró el muelle”.
“No se metan con las coronelinas: en Coronel, la mujer manda”
Las mujeres de este pueblo pescador enfrentaron en Capitán Cabrejo y Aroldo Figueroa, durante meses, a las fuerzas de orden, que defendían los intereses de las plantas termoeléctricas Bocamina 1 y Bocamina 2, ambas propiedad de ENDESA, esta última todavía en construcción. Las pobladoras decidieron organizarse junto a sus vecinos para dar la cara al ataque sin miramientos de estas grandes estructuras. Acá se cuentan batallas urbanas de más de 14 horas de duración. “Partimos un día a las siete de la mañana y terminamos como a las nueve de la noche, hasta que al final los pacos no pudieron tomar a nadie y se fueron; y eso que nuestros maridos estaban trabajando”. Para los brigadistas, este grado de vivencias llevadas al límite en la lucha callejera no se encuentra en la obra de ninguno de los “clásicos”. Quizás en la Historia de Chile, un Manuel Rodríguez puede ser el rasero de tanta inteligencia popular.
Durante nuestra estada se desarrolló un conflicto con las empresas subcontratistas de ENDESA por el despido abusivo de sus trabajadores en Bocamina 2. Sin pago de finiquito ni mes de desahucio, dejaban en la indefensión a más de dos mil trabajadores con sus familias, los cuales pasarían a formar las filas de cesantes en esta zona de la región del Bío-Bío. La Primera Brigada Popular, en este sentido, ha buscado unir las fuerzas de la clase, llevando su apoyo irrestricto a la causa de los trabajadores. Por su parte, la organización sindical, tras vertiginosa lucha logró quebrarle la mano a la empresa.
En la población, las mujeres lideran la solidaridad. Aún cuando recordaron problemas anteriores con los obreros, cuando estos no apoyaron sus protestas contra “la termo”, decidieron ofrecer su apoyo. Algunos maridos de la población protestaron. Pero, como bien afirmó María, joven hija de la dirigenta Rosa del Club Deportivo: en Coronel la mujer manda.
LA SOLIDARIDAD SUMA Y SIGUE….
Sostuvimos una reunión durante la mañana con el dirigente de la Feria de Frutas y verduras de Coronel Sr. Alberto Ramírez, quien nos informa que los feriantes también fueron dañados tanto en sus casas como en su fuente de trabajo. Sin embargo, señala que “los pobres históricamente se apoyan mutuamente, sobre todo en los momentos difíciles”. Hizo entrega formal de sacos de papas, cebollas, frutas, cajas de tomate y verduras, para ir en ayuda a Laraquete, Chibilingo, Colcura y sus alrededores.
TALLER CON LAS TRABAJADORAS DE PROGRAMAS DE EMPLEOS DE LO ROJAS.
Muchos miedo, temor, contractura muscular fueron algunas percepciones expresados por las trabajadoras de lo rojas, quienes solicitaron un taller de expresión de sentimientos y de relajación. Partimos con la expresión de sentimientos durante casi una hora y media, y continuaremos el viernes durante la tarde.
INVITADOS A ALMORZAR….
Con una rica cazuela de Pollo cocinada a Leña esperamos a nuestros invitados de la Compañía de teatro “La Maroma” de Coronel, entre malabaristas, payasos, monociclo, pintacaritas, etc. para ir juntos a realizar el Taller Infantil Cultural con los niños y niñas. A la par de la preparación del almuerzo, también se preparaban los ricos calzones rotos para llevar a los niños de Schwager.
Población Colonia y Cerro Obligado….
En visita realizada a Colonia, Cerro Obligado y Amanecer, pudimos observamos el desastre en estas casas humildes, donde los ojos del capitalismo no llega. Esta es otra realidad no conocida aun por las autoridades, donde aún no hay agua ni luz, donde además hay cesantía. La brigada fue a entregar bolsitas de mercadería e invitarlos a participar a la atención medico y dental que tenemos en la sede de Lo Rojas.
Vamos todos a la plaza de Shwager al taller con los niños:
Nos vamos todos a Schwager a jugar, dibujar y compartir con mas de 70 niños y niñas. Muchos padres estaban preocupados por sus hijos porque no quieren dormir, presentan comportamientos irritables, peleadores y mucho llanto. Despues de jugar nos fuimos al salon de los bomberos para dibujar, compartir unos ricos calzones rotos preparados por las mamas y brigadistas de lo rojas, jugos y gomitas.
Los padres nos pidieron que fuéramos nuevamente porque sus hijos necesitan estos espacios recreativos y además intervención psicológica.
En un esfuerzo del mundo popular, más de veinte organizaciones sociales decidimos organizar la distribución de ayuda y el apoyo a la regeneración del tejido social en poblaciones particularmente afectadas que se encuentran bajo los mantos de la marginalidad; en palabras simples, nos referimos a la ayuda de pueblo a pueblo, único vehículo de la solidaridad de clase.
Brigadas Bolivarianas Populares
La primera Brigada Popular se asentó en la población Lo Rojas, comuna de Coronel, VIII región, entre el sábado 13 y el martes 23 de marzo. Contamos con médico, odontólogo, asistentes sociales, monitores artísticos y militantes populares prestos a cumplir sus tareas.
Llevamos un cargamento de ropa el cual fue repartido en la población Lo Rojas y entre los compatriotas de los pueblos menos mirados por el ojo pirata de las empresas ayudistas. Lo primero en llamar la atención y la confianza de los pobladores fue la atención médica y humana; centenares de personas recibieron diagnóstico y medicamentos para las más diversas enfermedades. Sumadas a las enfermedades post desastre, existen en la población enfermedades ligadas a la historia y a la vida social y económica de Coronel. Un ejemplo es que, de todas las personas que recibieron apoyo médico, la mayoría, indistintamente de sexos y edades, tenía asma, enfermedad desde siempre ligada a la minería del carbón y sus faenas. Es verdad que las minas fueron cerradas por tiempo indefinido, y son insondables hoy sus interiores; sin embargo, Lo Rojas descansa sobre profundas galerías construidas entre piques y chiflones para la extracción del mineral, que datan del año 1816, las cuales hace poco fueron compactadas.
En relación a la realidad social como tal, no sucede algo distinto.
Para las brigadas, el recibimiento de las personas y sus orgullosas y combativas dirigentas fue más que cálido. El poblado nos cobijó en la sede social del Club Deportivo Verde Mar, donde hoy se concentra la mayor parte de la actividad social del sector. Organizaciones que componen la brigada, como Los Misioneros del Milagro y el Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez, tienen un trabajo conjunto con los pobladores desde hace bastante tiempo. Hay que destacar la lucha conjunta por los derechos de los pobladores ante la construcción de la segunda unidad termoeléctrica de Endesa, que significó jornadas de movilización popular, enfrentamiento con las fuerzas represivas, negociaciones con autoridades, foros, denuncias, jornadas de propaganda entre muchas actividades emprendidas por los vecinos.
Regeneración de la confianza y la moral de Lo Rojas.
“Gracias a Dios se produjeron los saqueos”, comenta un poblador evangélico de Lo Rojas. En momentos de crisis es cuando las sociedades crean condiciones y la historia abre puertas y ventanas para sacar a relucir los problemas sociales; en estos momentos se ven y se pueden atacar de frente.
“Las bolsas de emergencia que nos trajeron a Lo Rojas no son ayuda: son burlas”, dice Agustín, al dar su opinión respecto de la acumulación infructífera de mercadería en almacenes institucionales. Mientras los militares custodian las escuelas, a Lo Rojas solo llegaron escuálidas bolsas con mercadería, en cambio, para el sector acomodado de Coronel, situado en el Maule, las cajas llenas, hasta con tarros de duraznos en conserva, marcan la diferencia. De la gente de Lo Rojas que recuperó algo de las tiendas, se cuenta que todo se repartió entre los vecinos. Entre ellos se conocen y se apoyan. Así viven los “saquedadores”.
Acá, en esta humilde población de pescadores, la gente vive y se desarrolla con la frente en alto y las conciencias limpias. Las Brigadas Populares, de espíritu bolivariano, son parte de ese resurgir del espíritu.
“La mar hinchó”
Cuenta un compañero de Lo Rojas que cuando sucedió el terremoto, al día siguiente, en el centro, en una de las tiendas que sufrieron el ejercicio de la recuperación popular, fue un carabinero el que invitó a los transeúntes a entrar. “Sálvense”, dijo, haciendo uso de un criterio poco visto entre las fuerzas de orden.
Coronel necesita la ayuda del pueblo, un pueblo que se organice y exija el apoyo de las instituciones que con su trabajo han recibido su sustento para existir, un pueblo que entienda que las arcas tanto públicas como privadas están tan robustas, no por gracia de Dios, sino por el sudor y el trabajo de amplias masas de trabajadores: un pueblo organizado que exija y vaya copando espacios.
Sin embargo, el trabajo escasea, los niños no vuelven a clases, y hay gran cantidad de casas inhabitables. Un pescador viejo cuenta que, a diferencia del terremoto del 60, en el cual la mar pegó sus mordiscos de frente, en el caso del pasado veintisiete de febrero “la mar no nos pego de cara, sino en el espinzo”. En el espinazo de la ciudad, en sus vértebras y costillas: en sus calles. “La mar hinchó, por eso se quebró el muelle”.
“No se metan con las coronelinas: en Coronel, la mujer manda”
Las mujeres de este pueblo pescador enfrentaron en Capitán Cabrejo y Aroldo Figueroa, durante meses, a las fuerzas de orden, que defendían los intereses de las plantas termoeléctricas Bocamina 1 y Bocamina 2, ambas propiedad de ENDESA, esta última todavía en construcción. Las pobladoras decidieron organizarse junto a sus vecinos para dar la cara al ataque sin miramientos de estas grandes estructuras. Acá se cuentan batallas urbanas de más de 14 horas de duración. “Partimos un día a las siete de la mañana y terminamos como a las nueve de la noche, hasta que al final los pacos no pudieron tomar a nadie y se fueron; y eso que nuestros maridos estaban trabajando”. Para los brigadistas, este grado de vivencias llevadas al límite en la lucha callejera no se encuentra en la obra de ninguno de los “clásicos”. Quizás en la Historia de Chile, un Manuel Rodríguez puede ser el rasero de tanta inteligencia popular.
Durante nuestra estada se desarrolló un conflicto con las empresas subcontratistas de ENDESA por el despido abusivo de sus trabajadores en Bocamina 2. Sin pago de finiquito ni mes de desahucio, dejaban en la indefensión a más de dos mil trabajadores con sus familias, los cuales pasarían a formar las filas de cesantes en esta zona de la región del Bío-Bío. La Primera Brigada Popular, en este sentido, ha buscado unir las fuerzas de la clase, llevando su apoyo irrestricto a la causa de los trabajadores. Por su parte, la organización sindical, tras vertiginosa lucha logró quebrarle la mano a la empresa.
En la población, las mujeres lideran la solidaridad. Aún cuando recordaron problemas anteriores con los obreros, cuando estos no apoyaron sus protestas contra “la termo”, decidieron ofrecer su apoyo. Algunos maridos de la población protestaron. Pero, como bien afirmó María, joven hija de la dirigenta Rosa del Club Deportivo: en Coronel la mujer manda.
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