lunes, 3 de julio de 2023

Impunidad y Represión


La inseguridad pública y la delincuencia desbordada: el impacto de la impunidad judicial y la inacción de las autoridades

Por Gustavo Paredes 




En los últimos años, se ha observado un alarmante aumento en los niveles de inseguridad pública y delincuencia en diversos países. Este fenómeno ha generado una profunda preocupación en la sociedad, ya que afecta directamente la calidad de vida de las personas y socava los cimientos del Estado de derecho. Detrás de este preocupante escenario se encuentran dos factores clave: la impunidad judicial y la inacción de las autoridades e instituciones policiales. Además, se ha notado una persistente campaña jurídica, mediática y comunicacional por parte de estas mismas instituciones, que desvía la atención de los verdaderos problemas y perpetúa la impunidad y la corrupción en las esferas públicas, sociales y políticas. En este artículo, analizaremos los efectos de estos fenómenos y su impacto en la sociedad.


Impunidad judicial y corrupción institucional


Uno de los mayores obstáculos para combatir la inseguridad y la delincuencia es la impunidad judicial. Cuando los delincuentes no son llevados ante la justicia o cuando las penas impuestas no son proporcionales a los delitos cometidos, se genera un clima de impunidad que fomenta la reincidencia y socava la confianza de la ciudadanía en el sistema de justicia. Esta impunidad se ve agravada por la corrupción en las instituciones públicas, sociales y políticas, donde la falta de transparencia y la operación en el anonimato permiten que los responsables de actos ilícitos escapen de las consecuencias de sus acciones.


La inacción de las autoridades e instituciones policiales


La inacción de las autoridades e instituciones policiales frente a la creciente ola delictiva es otro factor determinante en el incremento de la inseguridad pública. La falta de recursos, la deficiencia en la formación y capacitación de los agentes encargados de hacer cumplir la ley, así como la falta de una estrategia clara y efectiva para combatir la delincuencia, contribuyen al desbordamiento de la criminalidad. Esta inacción se agrava aún más cuando las instituciones encargadas de proteger a la sociedad se ven involucradas en actos de corrupción o se ven afectadas por injerencias políticas, lo cual debilita su capacidad para garantizar la seguridad ciudadana.


Criminalización de la protesta social


En un intento por desviar la atención de los problemas reales que aquejan a la sociedad, se ha observado una tendencia preocupante hacia la criminalización de la protesta social. En lugar de abordar las demandas legítimas de la ciudadanía, las autoridades y los legisladores optan por legislar de manera punitiva y restringir el derecho fundamental de expresión y manifestación. Esta criminalización no solo viola los derechos humanos, sino que también genera una mayor desconfianza y frustración en la población, lo que a su vez puede dar lugar a un aumento de la conflictividad social.


Conclusiones


Los alarmantes niveles de inseguridad pública y delincuencia desbordada son consecuencia directa de la impunidad judicial y la inacción de las autoridades e instituciones policiales. La falta


 de responsabilidad y rendición de cuentas fomenta la corrupción y debilita la confianza de la sociedad en el sistema de justicia. Asimismo, la criminalización de la protesta social desvía la atención de los verdaderos problemas y perpetúa un clima de confrontación y descontento.


Es fundamental que las autoridades tomen medidas concretas para abordar estos problemas de manera integral. Esto implica fortalecer el sistema de justicia, garantizar la transparencia y rendición de cuentas en las instituciones públicas, sociales y políticas, y promover una colaboración efectiva entre las autoridades y la sociedad civil. Solo a través de un enfoque integral y una acción decidida se podrá restablecer la seguridad y la confianza en nuestras comunidades.

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